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La presa de la Almendra, un ejemplo de ingeniería

Si se mide por superficie España es el país más árido de Europa. Por ese motivo se han construido embalses desde el Imperio de Carlos V hasta la actualidad, todos con el fin de tener agua para beber, regar y producir energía eléctrica. La mayoría de estas infraestructuras fueron construidas durante la Dictadura de Francisco Franco, quien fue un gran impulsor.

España es el país de la Unión Europea con mayor número de presas, y quinto del mundo. Un total de 1225, siendo la más grande la situada en el curso inferior del río Tormes (Salamanca) y cuyo nombre es La Almendra.  El proyecto de esta obra fue realizado por Pedro María de Guinea (ingeniero de caminos, canales y puertos), Ángel Galíndez (ingeniero agrónomo) y el ingeniero vasco José Orbegozo Gorostegui, que fue el impulsor del sistema de saltos del Duero. Las obras de la presa, tipo bóveda, se llevaron a cabo entre 1963 y 1970, conteniendo 2.188.000 m3 de hormigón que conforman una altura de 202m y una longitud de coronación de 567 metros, por los que discurren las carreteras SA-315 y ZA-315. Su grandeza se extiende también a su capacidad, que con 26489 hm3 lo convierten en el tercer embalse de España.

Cabe destacar otras características de la presa, resultado del gran ingenio de sus proyectistas: las turbinas no se encuentran a pie de presa, con lo que se conseguiría una altura de 202 m; sino que tiene una toma de agua casi en la cota inferior y esta discurre por un túnel excavado en la roca de 7,5 m de diámetro y 15 000 m de longitud. Esta galería casi al final se bifurca en dos de 5 m de diámetro y cada una de estas a su vez, en dos metálicas de 2,8 m, las cuales alimentan a cada uno de los cuatro grupos turbina-alternador; desaguando estos en el embalse de Aldeadávila, en el río Duero. De esta manera se consigue obtener una altura de 410 m, con una superficie de embalse de solo 8650 ha. Para conseguir esa altura, en un salto convencional, se hubiese necesitado inundar una superficie varias veces mayor.

Además, los grupos turbina-alternador son reversibles y pueden funcionar como motor-bomba aprovechando el excedente de energía en la red que se produce durante la noche debido a que, al descender el consumo no es capaz de absorber la producción de centrales que no se detienen durante la noche (nucleares, térmicas y eólicas principalmente) para invertir su funcionamiento y bombear agua desde el embalse de Aldeadávila (Duero) en la parte inferior, al de Almendra (Tormes) en la parte superior. De este modo el embalse de Almendra sirve como reserva para contener las aguas del Duero en momentos de grandes crecidas y se dispone de un mayor caudal turbinable cuando se produce un pico en la demanda. Es capaz de invertir el funcionamiento (producción de electricidad – bombeo) en un espacio de tiempo muy corto.