El vibrado de hormigón es un procedimiento que se lleva a cabo para eliminar las burbujas presentes en el interior de la mezcla, con el objetivo de que ésta adquiera una consistencia adecuada y la mezcla se integre correctamente. Gracias a la técnica del vibrado, evitamos fracturas y deformaciones, garantizando un resultado duradero y de calidad.

A la hora de conseguir un óptimo resultado, es muy importante efectuar el vibrado del hormigón para reducir y eliminar las bolsas de aire del interior de la mezcla. Además, como consecuencia de este proceso, el agua de la mezcla emana hasta la superficie haciendo que la densidad y homogeneidad del hormigón aumente. Como resultado final, se obtiene un hormigón de alta dureza y resistencia, y como el agua del interior de la mezcla a subido a la superficie, el metal de las ferrallas se conservará en mejor estado ya que hay menos probabilidades de que se oxide. 
Existen dos tipos de vibrado:

• VIBRADO EXTERNO: el proceso se realiza con un dispositivo vibrante
• VIBRADO INTERNO: este proceso consiste en introducir varillas vibrantes dentro de la mezcla

La técnica del vibrado también es muy útil a la hora de cubrir encofrados de hormigón de formas complejas, de esta manera aseguramos que la mezcla llegue a esas zonas más complicadas, como por ejemplo las esquinas.